Voy a ser sincera y breve con este tema, Conocí a un chico que me encantaba, y no se como, pero la cosa se torció tanto, que al parecer, ahora debo ser la chica más estúpida y necia que hay en todo Canadá, y es probable que algo de razón tenga pero por fijarme en él. Y cuando a uno le pasa un "decepción" tan lejos de casa y de los tuyos, te aflora un sentimiento de añoranza enorme... que hasta lloras y te enrabias con más intensidad... Para decepción de mi madre, todavía no lo hago en inglés... pero saber que estoy en proceso.
Por eso, mi pequeño homenaje con algunas de esas fotos, que tan bien escondidas las tenia.
(Faltan muchas fotos... pero es muestra de las que tengo aquí)
Son una pequeñita muestra, de las miles de cosas increíbles que pase; El S.O.S, las cenas de vecinos, las charlas en la cúpula, las cervezas, cafes o lo que tocara, con Ramon, Sandra, Gemma o cualquiera que estuviera en la cúpula, Ver a los bebes (no tanto ya) de Mari, Mireia, Laura, Patri... mis charlas con Lluis mientras se fumaba su puro, nuestros desayunos en Teknon cuando los doctores no estaban, las cenas, comidas en casa de Sandra y Ferran con toda la gente, mis cenas con Chaqui, mis cenas con Yoli, mis cenas con Meri, Sara, Idoia, Clara, Lauras, Judith... las fiesta, conciertos, los 2046, dormir en mi cama, mis horas en la biblioteca de la universidad durmiendo, las horas en clase con Eli, Lourdes, Laura, Manuel, las colas en la ronda, mis tardes en mi piso escuchando música, viendo peliculas, mi piano, las conversaciones con Os y las fumadas también, las tardes con mi madre, los cafés con ella de mi nespresso, mis tardes con Clara, mis peleas con mi hermano y nuestros buenos momentos de conexión, mis charlas con los vecinos, los cafés y cigarros con mi padre.... Y las que me dejo.
Y aunque sigo esperando la visa de trabajo, porque quiero quedarme un año más... ahora es cuando me da la bipolaridad, y empiezo a pensar, que un año en Vancouver, es más que suficiente.